Raíces entre barro y pigmentos
Ángel Aceituno Rodríguez tiene 42 años y nació en Campillo de la Jara, un pequeño municipio toledano donde las manos artesanas y el trabajo con la tierra aún conservan su lugar en el mundo. Su padre, un reconocido alfarero de la zona, lo crió entre hornos, arcilla y esmaltes, rodeado desde la infancia de obras artísticas que no sólo decoraban su entorno, sino que impregnaban su manera de mirar el mundo. Quizá por ello, Ángel acabó cursando el Bachillerato Artístico en la Escuela de Artes de Talavera de la Reina, después de completar la EGB y el Bachillerato en los Maristas de esta misma ciudad. Hoy, Ángel vive en el barrio del Polígono, en Toledo, y es chef ejecutivo del hotel Eurostars Palacio Buenavista, un cinco estrellas ubicado en la carretera de Ávila.

De la cerámica a la cocina
La historia de Ángel no puede entenderse sin mencionar la crisis que azotó la industria cerámica de la provincia durante el auge de las tiendas chinas. Su padre, como tantos otros artesanos, tuvo que cerrar su taller, lo que supuso un duro golpe familiar. Pero donde muchos ven un final, otros abren un nuevo camino. En este caso, su padre decidió reinventarse y montó un bar restaurante. Fue allí, entre fogones y cazuelas, donde Ángel, que ya había heredado la sensibilidad estética de su entorno familiar, descubrió otra herencia: la culinaria. Su abuelo había sido un gran cocinero, y aquel legado estaba esperando el momento adecuado para salir a la luz.

Una cocina llena de arte
La visión artística que Ángel desarrolló desde niño se refleja hoy en cada uno de sus platos. Para él, la cocina no es solo sabor, sino también forma, color, textura, equilibrio. La presentación no es un detalle menor, sino la fase final y más delicada del proceso, donde vuelca todo lo aprendido entre pinceles y barro. Sus platos son pequeñas obras de arte que no solo se comen, también se contemplan. Cocina artística, precisa y apasionada.

Primeros pasos profesionales: Hotel Beatriz
El salto profesional lo dio en el Hotel Beatriz de Toledo, donde trabajó durante cinco años. Allí, como él mismo cuenta, "aprendió el oficio de verdad". Fue una etapa clave en su formación, ya que tocó todos los palos del sector: cocina de restaurante, catering e incluso servicio en sala. Esa experiencia global le dio soltura, seguridad y una visión completa del engranaje hostelero. Y todo esto mientras cursaba sus estudios de Técnico Superior en Restauración. Nadie le regaló nada: su crecimiento ha sido fruto del esfuerzo, la dedicación y la constancia.

Camino hacia la excelencia
Tras esa etapa, y con ganas de seguir evolucionando, se incorporó como Jefe de Partida al Hotel El Bosque, otro cinco estrellas en Toledo. Allí estuvo aproximadamente un año, antes de recibir una nueva oferta: encargarse como Jefe de Cocina de la apertura del Hotel Villa Nazules, en Almonacid. Fue una etapa intensa y enriquecedora de cinco años, donde pudo desarrollar su estilo y liderar un equipo desde cero.
Más tarde llegaría su entrada en el actual Hotel Eurostars Palacio Buenavista, por entonces bajo la firma Hilton. Empezó de nuevo como Jefe de Partida, y tras cuatro años de trabajo riguroso y entrega, fue ascendido a Jefe de Cocina, el cargo que desempeña en la actualidad

Una decisión valiente: formación en la élite gastronómica
Mientras ocupaba el puesto de Jefe de Partida en el prestigioso Hotel Eurostars de cinco estrellas, Ángel Aceituno tomó una decisión que marcaría un antes y un después en su carrera: solicitó una excedencia de ocho meses para continuar formándose. Su destino no fue otro que uno de los templos de la cocina mundial, el Celler de Can Roca, en Gerona, galardonado con tres estrellas Michelín. Allí, Ángel tuvo la oportunidad de empaparse de la excelencia, la creatividad y el respeto por el producto que caracterizan al mítico restaurante de los hermanos Roca.
Pero su sed de aprendizaje no terminó ahí. Amplió su excedencia otros seis meses más para trabajar con otro grande de la cocina española, Dani García, en el restaurante Calima, también reconocido con estrella Michelín. Estas experiencias lo dotaron no solo de una técnica más depurada, sino de una visión artística y global de la cocina.


El regreso al Eurostars: de Jefe de Partida a Jefe Ejecutivo de Cocina
Una vez finalizado su intenso periodo de formación, Ángel volvió al Hotel Eurostars 5 estrellas (entonces aún bajo la firma Hilton) con energías renovadas y un bagaje excepcional. Su compromiso, talento y evolución no pasaron desapercibidos, y pronto fue ascendido a Jefe Ejecutivo de Cocina, responsabilidad que asume con pasión y liderazgo.

Restaurante Quixote: cocina de mercado, manchega y toledana de altura
Dentro del Hotel Eurostars, Ángel lidera el restaurante Quixote, un espacio que no solo ostenta categoría cinco estrellas, sino que está recomendado tanto por la Guía Michelín como por la Guía Repsol, todo un reconocimiento a la excelencia y constancia del trabajo bien hecho.
En Quixote, Ángel apuesta con firmeza por una cocina de mercado y de temporada, con especial atención a los sabores de su tierra. Las comidas típicas manchegas y toledanas son el corazón de su propuesta gastronómica, reinterpretadas con sensibilidad contemporánea pero sin perder la esencia. Ensalza el producto local, el recetario tradicional y el alma de una cocina que, bajo su dirección, brilla con luz propia. Este rescate de la identidad culinaria regional es uno de los pilares más valiosos de su proyecto.

Formar equipo, formar personas
Consciente de que su formación ya es muy completa —aunque él mismo subraya que en esta profesión “nunca se deja de aprender”—, Ángel está centrado ahora en optimizar el trabajo en cocina y formar a su equipo. La formación de los trabajadores es uno de sus principales objetivos actuales, ya que cree firmemente que la excelencia nace del conocimiento compartido.
Fruto de este enfoque, ya han salido varios Jefes de Cocina formados en sus fogones, lo que habla no solo de su capacidad docente, sino de su vocación por elevar el nivel de la profesión desde dentro. De hecho, Ángel también ha impartido cursos de cocina como docente en Madrid, demostrando que su compromiso con la enseñanza trasciende las paredes del hotel.
Además, considera que en un oficio tan exigente como el suyo, es crucial que los trabajadores se sientan cómodos en sus puestos, por lo que también está centrado en crear un entorno laboral sano y motivador, algo poco habitual pero profundamente necesario en el sector hostelero.

Degustaciones, creatividad y objetivos a largo plazo
Los viernes y sábados, Ángel propone en el hotel comidas degustación, donde despliega su lado más creativo y artístico. Estas jornadas son una invitación a descubrir los matices de su cocina, su dominio técnico y su delicado equilibrio entre tradición e innovación.
Entre sus metas más profundas, destaca dignificar el oficio de cocinero, al que considera tan sacrificado como hermoso, y seguir creciendo como chef en todos los niveles. También quiso agradecer, de forma muy especial, a su familia, por el constante apoyo que le han brindado a lo largo del camino.

Conclusiones: arte culinario, mérito y orgullo del Polígono
La historia de Ángel Aceituno Rodríguez es la historia de un talento extraordinario que, con esfuerzo, humildad y pasión, ha escalado a lo más alto de la cocina nacional. Pero más allá de los títulos y las estrellas, lo que destaca de Ángel es su visión artística de la cocina, su forma de convertir cada plato en una experiencia, en una narrativa que mezcla territorio, memoria, técnica y creatividad.
Desde el barrio del Polígono de Toledo, Ángel ha demostrado que la excelencia no entiende de códigos postales, y que el talento puede florecer con fuerza y autenticidad incluso desde los márgenes. Con solo treinta y pocos años, ya se había codeado con la élite gastronómica mundial y ha construido una carrera sólida que muchos tardan décadas en alcanzar.
Es un ejemplo de lo que este barrio sigue aportando al mundo: grandes profesionales, personas brillantes y comprometidas, que no olvidan de dónde vienen y que siguen llevando con orgullo el nombre del Polígono allí donde van.

Nota de parte de Ángel para los lectores:
“Les espero en el restaurante Quixote.”
Desde elpoligono.es agradecemos sinceramente a Ángel su atención y amabilidad, y que nos haya recibido en un momento de tantísimo trabajo, en plena temporada de comuniones. Todo un gesto que confirma lo que ya sabíamos: además de un gran chef, es una gran persona.