Este martes 11 de febrero, entre las 10:40 y las 12:30 horas, se ha llevado a cabo un operativo conjunto de la Policía Nacional y la Policía Local de Toledo en la urbanización Yedra 8. La intervención ha consistido en el desalojo de varias viviendas ocupadas en el recinto.

A las 10:40 horas, efectivos del Grupo de Intervención de la Policía Nacional han accedido a la urbanización, acompañados por funcionarios del juzgado, trabajadores sociales y representantes de la empresa propietaria de las viviendas. También ha entrado en el recinto un camión de una empresa de soldadura y herrería, cuya labor ha sido sellar las puertas de acceso y cambiar cerraduras tras los desalojos.

Desde hace meses, algunos vecinos han colgado pancartas en sus ventanas pidiendo a Gicaman, la empresa constructora municipal y propietaria de las viviendas, una solución tras 12 años de incertidumbre. Según versiones de algunos residentes, la empresa se ha negado a negociar un arrendamiento asequible para familias en situación de vulnerabilidad y riesgo de exclusión social.

El primer desalojo ejecutado ha sido el de una vecina que, según ha declarado a elpoligono.es, ha conseguido llegar a un acuerdo con los representantes de Gicaman, obteniendo un margen hasta el viernes para abandonar la vivienda junto a sus cuatro hijos menores de edad. La mujer ha explicado que es víctima de violencia de género y que, por su situación, considera injusta su expulsión. Asegura no negarse a pagar un alquiler asequible, pero afirma que la empresa propietaria no está dispuesta a ofrecerle esa opción.

Tras este primer procedimiento, la policía se ha dirigido a otro bloque de la urbanización para ejecutar un segundo desalojo. En este caso, la intervención se ha llevado a cabo sin incidentes con un ciudadano de origen marroquí, que ha abandonado la vivienda sin que se produjeran altercados.

El operativo ha concluido con este último desalojo y, según testigos, se ha desarrollado con una absoluta profesionalidad por parte de los agentes de la Policía Nacional. Durante la intervención, los efectivos se han movido tácticamente y en hilera por la urbanización, dejando a algunos agentes en posiciones estratégicas para evitar una presencia intimidatoria en las puertas de los afectados. La actuación ha sido destacada por su respeto y diligencia en la ejecución de los desalojos.
